jueves, 24 de febrero de 2011

PAPÁ, ¡CÓGEME!




Papá, ¡Cógeme!,
llévame en tus brazos,
porque sólo quiero
sentirme seguro,
protegido
¡Alto!
Sentirme importante,
sentirte cercano.

Así,
¡A Gigantón!
¡A columpio!
¡A caballo!

Quiero que me eleves,
subirme en tus hombros
y ser el más alto;
verlo todo ,sí,
así, desde arriba,
como los mayores,
¡ y todos debajo!

Papá, ¡Colúmpiame!
más fuerte
en tus brazos.
¡Juguemos a “mino”!
como yo lo llamo.
Quiero reir
mientras subo
y temblar,
un poquito,
cuando bajo;
una y otra vez,
¡qué yo no me canso!

Venga,
la última,
ultimísima.
¡Papá!
¡Vamos!
¡Date prisa!
Antes de que crezca
y ya no podamos
seguir jugando…

    © A. Manrique Cerrato.- 2011


     Aunque este poema, lo escribí pensando en Eva y Clara, hoy quiero dedicárselo especialmente a mis sobrinos, Diego, Guille (el más entusiasta, por ahora), Julia y Celia. Gracias, peques, por concederme unos años más de juegos y columpios. Aunque ya ni mis brazos ni mi espalda aguantan lo mismo que cuando mis hijas eran tan pequeñas, intentaré estar a la altura y seguir teniendo ratos tan estupendos como éstos que veis aquí.



domingo, 20 de febrero de 2011

¡UNA GRAN CORAL!

¡EXTRA! ¡EXTRA! Tenemos aquí la edición especial de una célebre revista internacional que recoge, en exclusiva, la convivencia que ha llevado a cabo la prestigiosa Coral Annuba en un albergue situado cerca de Candelario, en la provincia de Salamanca.



        

       La verdad es que parece un número de lo más interesante ¿no creéis?        

jueves, 17 de febrero de 2011

RECUERDOS DE EGIPTO




Hace unos días, cuando publiqué la poesía de Las Pirámides, que podéis leer de nuevo a continuación, estuve repasando las fotos del viaje a Egipto y colgué algunas en el Blog. 

Al llegar a las Pirámides
¿Qué sientes?
¿Emoción?
¿Inquietud?
¿Deslumbramiento?

Al estar por fin
dentro de esa foto
tantas veces vista,
al saber que es cierto…
¡Que existen!
que estaban allí,
¡Que las estás viendo!

Al llegar junto a la base
de la Pirámide,
¿Qué buscas?
¿Ser testigo
de la Historia?
¿Escuchar el pálpito
del tiempo?

Al entrar en la Pirámide
de Keops,
¿Qué sientes?
¿Un escalofrío
recorrer tu cuerpo
al hollar
la senda
del paso secreto,
al tocar la piedra
que otros colocaron
hace ya milenios?

¿Y al ver el sarcófago
en el medio?
¿Y al meterte dentro?
Al yacer un segundo
en aquella tumba
donde estuvo aquel
que fue Dios y hombre
que tuvo su cuerpo,
el Faraón glorioso
que mandó un Imperio.

¿Qué es lo que sientes
al estar
en el centro
del Universo?

Y al mirar la esfinge
con su enigmático
gesto
erguida inmutable,
en la arena
del desierto,
¿Notas que te envuelve
su halo de misterio?

¿Eso es lo que sientes?
Yo también
lo siento.

    © A. Manrique Cerrato.- 2011


   Esta vez, me he decidido a seguir experimentando y, en esta ocasión,  os dejo una presentación de fotos del viaje:






   
    El vídeo es cortito y, creo que a los que han estado allí, les traerá buenos recuerdos y a los que no, les puede servir para hacerse una idea de como es ese impresionante país.

    Insisto en la brevedad, porque, en este mundo en el que vivimos, con tantos correos, páginas web y sitios a los que atender, la verdad es que ya no tenemos paciencia para nada ¿no creéis?. 

     Normalmente, si te mandan un pequeño vídeo de dos minutos y no atrae tu atención en los primeros cinco segundos, ya vas y mueves la flechita hasta el final.  Y si es una presentación, decidme: ¿Quién no ha cogido el ratón y "clickado" rápidamente sin apenas detenerse en las fotos o mensajes que contiene aún a pesar de que en la primera imagen te ruegan encarecidamente que no lo hagas?

 
        En fin, es el signo de nuestros tiempos. Si tú, amigo que te asomas a esta ventana, dispones de cinco minutos, te invito a hacer un recorrido, que creo que te gustará. Y si no, ya sabes, usa el ratón, como hacemos todos...

domingo, 13 de febrero de 2011

¡MIL VISITAS!


           Esta portada, que viene a reconocer el "éxito arrollador" de este blog que estás leyendo, me la ha enviado Cristina, una de mis mayores fans, como ya podéis imaginar.
            La verdad que hace ilusión saber que ha habido tanta gente que se ha asomado a mi pequeño rincón cibernético y que mis cosillas hayan llegado tan lejos. Sí, porque, según las estadísticas, nuestro blog ha sido visto (y espero que leído) hasta ahora , además de en España, en Argentina, Uruguay, Venezuela, Méjico, Estados Unidos, Colombia, Bolivia, Alemania y Chile.
             Muchas gracias a todos, seguidores, visitantes asiduos o esporádicos por compartir un poquito de vuestro tiempo conmigo. Espero seguir contando con vosotros en el futuro.

             Un fuerte abrazo, amigos.

jueves, 10 de febrero de 2011

UN DÍA DE NIEVE EN LA COVATILLA





Esta es una estación de esquí que se encuentra en la Sierra de Béjar a donde suelo ir cuando puedo. Aunque no es muy grande, me gusta, entre otras cosas, por las magníficas vistas de las que puedes disfrutar mientras esquías y la sensación de paz que te transmite, especialmente los días laborables cuando apenas hay gente.











¡Subir!
hacia el Sur
en una plácida
mañana.

¡Bajar!
sintiendo el viento
en la cara.

Parar
para ver el cielo.

Escuchar el silencio
de la montaña.

Sentir
que se estremece
tu alma.

Al descender
¡Libre!
 Al contemplar
la llanura
desde lo más alto
de la Sierra bejarana.

    © A. Manrique Cerrato.- 2011











domingo, 6 de febrero de 2011

PIRÁMIDES


       Ahora que Egipto está de actualidad, os presento una pequeña poesía en la que intentaba expresar lo que se experimenta cuando, al fin, llegamos a uno de esos sitios en los que a pesar de no haber estado nunca con anterioridad, te parece que ya los conoces y que casi forman parte de tu vida. 




       Porque, realmente desde pequeños, hemos contemplado ese lugar emblemático que ahora visitamos en cientos de fotos, películas, documentales, diapositivas escolares...


       Y, no sé si os pasa a vosotros, pero ese momento en el que por fin ves el monumento, desde el coche, el autobús, a la salida de una boca de metro, caminando.., es muy emocionante ¿no creéis?


     Y si además se trata de ¡LAS PIRÁMIDES DE EGIPTO!...

Al llegar a las Pirámides
¿Qué sientes?
¿Emoción?
¿Inquietud?
¿Deslumbramiento?

Al estar por fin
dentro de esa foto
tantas veces vista,
al saber que es cierto…
¡Que existen!
que estaban allí,
¡Que las estás viendo!

Al llegar junto a la base
de la Pirámide,
¿Qué buscas?
¿Ser testigo
de la Historia?
¿Escuchar el pálpito
del tiempo?

Al entrar en la Pirámide
de Keops,
¿Qué sientes?
¿Un escalofrío
recorrer tu cuerpo
al hollar
la senda
del paso secreto,
al tocar la piedra
que otros colocaron
hace ya milenios?

¿Y al ver el sarcófago
en el medio?
¿Y al meterte dentro?
Al yacer un segundo
en aquella tumba
donde estuvo aquel
que fue Dios y hombre
que tuvo su cuerpo,
el Faraón glorioso
que mandó un Imperio.

¿Qué es lo que sientes
al estar
en el centro
del Universo?

Y al mirar la esfinge
con su enigmático
gesto
erguida inmutable,
en la arena
del desierto,
¿Notas que te envuelve
su halo de misterio?

¿Eso es lo que sientes?
Yo también
lo siento.

    © A. Manrique Cerrato.- 2011



jueves, 3 de febrero de 2011

DANUBIO BLANCO

          

        Estos últimos días de frío y heladas me han hecho recordar un interesante viaje que hice hace cinco años por estas mismas fechas. Cristina y yo visitamos Budapest.


      Además, como estuvimos una semana, pudimos conocer gran parte de Hungría. Nos gustó especialmente la llamada curva del Danubio. Este río, que recorre el corazón de Europa, y alguno de los acontecimientos históricos húngaros, en los que tuve ocasión de profundizar, me inspiraron esta obra.


 El Danubio lleva
pedazos de hielo;
el agua,
la sangre,
del ser europeo.

Lleva trozos
de Historia
que se han hecho témpano.
Ecos de batallas,
de honor,
de grandeza,
de luchas,
conquistas
y de sufrimiento.

Ahora, sí, ¡Escucha!,
¡Párate un momento!
Oirás su crujido
romper el silencio.

Sí, fue aquí,
aquí mismo;
podrás aún oírlo
si escuchas atento.

Resuena su grito,
el ansia de un pueblo,
un grito quebrado,
un pájaro herido,
junto al Parlamento.

Río congelado.
El río apacible
y majestuoso,
testigo callado
de toda la Historia
que lleva en su seno.

Aquí,
¡Para!
¡Escucha!
Es el río helado,
el río inmortal
que arrastra la Historia,
que se lleva el viento. 

    © A. Manrique Cerrato.- 2011