jueves, 19 de enero de 2012

ROMANCE DEL GRAND CELEBRATION

   
    Estamos viviendo estos días a través de las pantallas el lamentable naufragio del buque "Costa Concordia".
    Este impactante episodio me ha llevado a rememorar mis vivencias en los dos cruceros que he hecho hasta la fecha, uno en el "Grand Celebration" y otro en el "MSC Splendida" (del que os hablaré en otra ocasión).
     Realicé el primero en 2009 y, entre muchos sitios que visitamos (y que pretendo presentaros en próximas entradas) y cosas curiosas que os podría contar, os voy a relatar brevemente como también en medio del mar puede surgir la inspiración...

     Era el último día y navegábamos de Túnez a Barcelona. Entre otras actividades había una que se llamaba " Lluvia de estrellas" y pretendía, que los pasajeros demostrasen sus "dotes artísticas". Así que de manera improvisada, en las tumbonas que rodeaban la piscina, compuse este romance que me llevó aproximadamente media hora. Está escrito de modo rápido y en tono jocoso, pero, la verdad, no lo he tocado porque tuvo, inesperadamente, bastante éxito (luego os cuento)


ROMANCE DEL “GRAND CELEBRATION”

Después de varias semanas,
de mirar muchos folletos,
bucear por Internet,
preguntar a compañeros,
al final nos decidimos
¡Y nos vamos de crucero!
que es una cosa muy “cool”
y con aire aventurero.

Oye, este no está mal,
se llama “Grand Celebration”;
va por el Mediterráneo,
el recorrido ¡Perfecto!;
nos han hablado muy bien,
tampoco está mal el precio;
si reservas esta tarde
descuentan veinte por ciento.

Pone “Los niños no pagan”
mas no es del todo correcto
porque con tasas, servicio,
carburantes o algo de eso…
Bueno, venga que nos vamos,
no de mudanza por cierto,
aunque con ese equipaje
lo parezca desde luego

Hay que ir a Barcelona
que ya es un largo trayecto
¡Mira, ese es nuestro barco!
¡Por fin, el Grand Celebration!
entre los demás anclado
nos parecía pequeño.

Te reciben con un zumo;
un detalle muy de mérito
y en seguida te encaminan
a tu cómodo aposento.
¡Hombre! botellas de agua,
ahora mismo me las bebo.
Pero antes, fíjate bien
que hay un cartelito puesto
¡Ojo! que es uno noventa,
¡Vaya! cómo empieza esto.

Vámonos a la comida,
que pronto navegaremos.
El buffet, fenomenal
y te atienden con esmero
informándote en seguida
del pack Ibero-Cruceros.

Al poco de haber comido,
aún con el pastel entero,
te enteras de que hay merienda
que es un banquete completo.
¿Seguro que está incluido?
Pregunta bien, te lo ruego,
que aquí piden la tarjeta
cuando se te mueve un pelo
y a ver si luego en la cena
te pasan un suplemento.

Pues no, la cena es después,
casi, casi en un momento;
como esto siga así
nos ponemos como cerdos.

Y ya después, por la noche
a un teatro postinero
que siempre presenta Richard
con su español “gabachero”.
Música, coreografías,
cantantes de gran talento,
bailarines, humoristas,
malabares, cuentacuentos,
Federico y sus cuchillos
con sus aires de torero.

Y en la rambla, animación
con los ritmitos salseros
los que nos enseña Jorge
con su acento malagueño
y que dirige Johanna,
de Palencia, según creo.

Además las excursiones;
obligadas por supuesto
bien las hagas con los guías
o a tu aire lo hagas esto.

En eso de Villefranche,
en un barco un poco estrecho
con todos muy “apretaos”
que es de patera remedo,
visitas la Costa Azul
desde su pequeño puerto.


Cuando llegas a Livorno,
por sacarte, ¡Cinco euros!
Toma, con los italianos,
como exprimen el ingenio.

En Roma- Civitavecchia,
con el tren llegas directo
mas visitas intranquilo
Vaticano y Coliseo.
¡Anda, que si se retrasa!
y, ¡Vamos, que si lo pierdo…!

Pompeya, Nápoles, Túnez
todo ya en nuestro recuerdo
y en esos cientos de fotos
que nunca revelaremos.
Las de barco, muy bonitas,
pero muy caras, por cierto.



En fin esto ya se acaba,
¡Qué pena! ¡Qué desconsuelo!
regresar a la rutina,
al trabajo, al colegio,
volver a ser lo que somos
y no de un gran barco dueños.

Se acabaron los jacuzzis,
las meriendas y los juegos.
Todo lo que fue sin duda
un magnífico crucero,
que un poquito de nosotros
lo lleva el “GRAND CELEBRATION”.

  
            © A. Manrique Cerrato.- 2011
  




        








       
   


      En fin, como os decía, leí el poema en el "Lluvia de estrellas". Johana, la coordinadora de animación lo escuchó y me pidió que lo recitara en el teatro ante todos los pasajeros. Y esa noche, efectivamente me planté en el escenario y leí mi improvisado romance ante el público. Aquí podéis ver la última parte:


    Hoy he querido rescatar este poema, dejarlo en el blog (que me está sirviendo en gran medida para organizar muchas cosas que tenía desperdigadas) y compartirlo con vosotros. Sé que es imperfecto, quizá un poco largo y a veces trata temas muy específicos del barco pero pienso que a los que habéis tenido esta experiencia os gustará y a los que no, os servirá para conocer un poco este mundillo, que a mí, particularmente me encanta.


    Muchas gracias por haber llegado hasta aquí, incluso si habéis pasado un poco por encima la poesía, lo cual,por otro lado  es comprensible... 


4 comentarios:

  1. Mira Armando los que sólo hemos subido al Regina de Santander para ir a visitar la villas de Somo, Pedreña y Santoña nos da una envidia tremenda ver este coloso. La poesía es graciosa y una se hace perfectamente a la idea de lo que es estar allí. Y en eso es en lo que me voy a quedar pues Agustín es un miedoso del agua y las alturas, así lo más que puedo aspirar es a ver el barco atracado en algún puerto no muy lejos de nuestras costas.
    Después de ver tu imagen escuchando los últimos versos, he podido escuchar las últimas grabaciones de la actuación de Navidad.¡Mucho por mejorar! besos

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  2. Por supuesto la que escribe ahí arriba soy yo: Belén Gala. Por si no te habías dado "cuen". Je, je

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  3. La belleza y el encanto de un poema se acrecienta con los aplausos ilusionados de los oyentes. Eres un “Crack”, todo un poeta….sabes compartir ese enorme corazón que llevas. Ha sido un placer leerte y una envidia ver las fotos. Paquita también quiere hacer un crucero pero “conmigo” no será porque me mareo. Jejeje ¡tendrá que esperar a otro menos frágil!

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  4. No había leído este gracioso poema, que bueno eres Armando, lo que mas me gusta es lo bien que sabes transmitir lo que sientes o piensas, leyendo tus poemas es como si también nosotros viajásemos a esos lugares.
    Ya te contaré nuestra experiencia "crucerista", aunque espero ver antes la vuestra.
    Un saludo Chus.

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