martes, 3 de julio de 2018

LA LEYENDA DEL LEÑADOR



 Como os decía en la entrada anterior, una de las tradiciones que cumplimos en las vacaciones es contar historias de miedo ambientadas en los bosques, playas y mares que nos rodean, historias que cada vez cuentan con más seguidores entre grandes y pequeños (aunque algunos no se atreven a escucharlas...)

    El año pasado, publiqué la de "El Barco Fantasma", una escalofriante leyenda ambientada en la noche de SAN JUAN que celebraremos hoy...  (Pincha AQUÍ para leerla).



   Esta vez, recojo otra de mis más escabrosas historias. Es la famosa

...LEYENDA DEL LEÑADOR

Voy a contarte una historia,
o más bien una leyenda,
que sucedió años atrás
 en las tierras de Pollensa.

Habitaba un leñador
ocupado de su hacienda,
de sus grandes pinos dueño
aserrando su madera.
Un  viejo malencarado
de cruel mirada siniestra
que a nadie quería encontrar
rondando por allí cerca.

Y ocurrió que allí una Base
quisieron establecerla
y aquel viejo leñador
le dijeron que se fuera
mas él no quería salir
de su almacén y leñera
de su casa entre los pinos
escondida en esa selva.

Acudieron dos soldados
a obligarle a que saliera,
pero él blandió su hacha
para atacar a sus presas,
y de repente, ocurrió,
que sin darse cuenta apenas,

de uno de los dos soldados,
ya rodaba su cabeza
y la sangre se escurría
en la noche veraniega.

Un disparo se escapó
del fusil de su pareja
cuando el hacha iba a caer
de nuevo vil, traicionera.

El leñador aún herido
con el hacha maldijera
su suerte que allí acabó
en aquella noche horrenda.

Ya se escapaba su vida
el corazón y la fuerza
y aún entonces oír pudieron
su maldición, vil, certera:

“Aquel que estuviera allí,
aquel que osar se atreviera
a visitar su almacén
a profanar su leñera
a acercarse a sus dominios
a traspasar esas puertas
sería maldito por siempre
y el hacha que un día blandiera
caería también sobre él
para vengar esa afrenta”
sonriendo así en su tumba
su lóbrega calavera.

Así que amigo te digo
si vas tal vez a Pollensa,
si te quedas en la Base,
si es verano y luna llena,
no te atrevas a turbar
el descanso en la leñera
que el hacha del leñador


¡en cualquier lugar espera!

            © A. Manrique Cerrato.- 2011


No hay comentarios:

Publicar un comentario