Papá, ¡Cógeme!,
llévame en tus brazos,
porque sólo quiero
sentirme seguro,
protegido
¡Alto!
Sentirme importante,
sentirte cercano.
Así,
¡A Gigantón!
¡A columpio!
¡A caballo!
Quiero que me eleves,
subirme en tus hombros
y ser el más alto;
verlo todo ,sí,
así, desde arriba,
como los mayores,
¡ y todos debajo!
Papá, ¡Colúmpiame!
más fuerte
en tus brazos.
¡Juguemos a “mino”!
como yo lo llamo.
Quiero reir
mientras subo
y temblar,
un poquito,
cuando bajo;
una y otra vez,
¡qué yo no me canso!
Venga,
la última,
ultimísima.
¡Papá!
¡Vamos!
¡Date prisa!
Antes de que crezca
y ya no podamos
seguir jugando…
© A. Manrique Cerrato.- 2011
Aunque este poema, lo escribí pensando en Eva y Clara, hoy quiero dedicárselo especialmente a mis sobrinos, Diego, Guille (el más entusiasta, por ahora), Julia y Celia. Gracias, peques, por concederme unos años más de juegos y columpios. Aunque ya ni mis brazos ni mi espalda aguantan lo mismo que cuando mis hijas eran tan pequeñas, intentaré estar a la altura y seguir teniendo ratos tan estupendos como éstos que veis aquí.