Pacientemente esperando
en álbumes polvorientos
a que una mano curiosa
recupere los secretos,
los latidos, las historias,
las vivencias, los recuerdos
de aquellos dulces veranos,
largos, luminosos, tiernos,
de infantiles ilusiones,
alegres y setenteros.
Coloridos estampados,
extraños y psicodélicos,
pantalones de campana,
colgantes, pulseras, flecos...
Paisajes inolvidables
el coche siempre repleto
por aquellas carreteras
entre tantos extranjeros.
La emoción al escuchar:
"¡El mar ya se ve a lo lejos!",
la pequeña caravana
en el arenal inmenso.
Descubrir otras ciudades,
estatuas y monumentos,
atracciones de la feria
los marítimos paseos,
soñar con aquellos barcos
atracados en el puerto
con la sonrisa en el alma
y el sol como compañero.
Al recorrer esas páginas
con su tono amarillento
despliegan en abanico
tantos veranos aquellos
conmoviendo el corazón
con nostálgicos recuerdos
que son parte de nosotros,
pequeños descubrimientos
que nos miran desde entonces
con aire puro e ingenuo,
al evocar nuevamente
esos tan dulces momentos
de aquellos tiernos veranos
alegres y setenteros.
© A. Manrique Cerrato.- 2020
Pues esta cálida tarde agosteña, me he puesto a ver antiguas fotos que, por supuesto previamente escaneé hace tiempo, puesto que se encontraban en los viejos álbumes de la casa de mis padres, a los que agradezco haberme dado unos veranos tan hermosos y haberlos reflejado además en tantas preciosas fotos.
Y sí, ya veis, para poder acceder a ellas con más facilidad y también para compartirlas con los que queráis recordar o descubrir aquellas modas y ambiente de la Costa del Sol, Benidorm, Santander, etc. hace unos cuarenta años (más o menos) publico esta pequeña y nostálgica colección...
Sí, yo soy el niño rubio de pelo largo (sin comentarios...)
Espero que os haya gustado rememorar aquellos tiempos.
Muchas gracias por vuestra visita y que sigáis surcando a tope todos los veranos, antes de que el tiempo se nos eche encima...
De faro en faro,
