y se ha
llevado tu diente.
No lo ha
visto nadie,
ni
entendemos,
como se mete,
mas es muy
listo
porque sabe
a donde tiene
que ir
para dejar su
presente.
En la noche
quieta,
En lo más
profundo
de una niñez
que no dura
para siempre.
Un ratoncito,
pequeño,
viene;
contempla tu
sueño,
te besa en la
frente
y, antes de
marcharse,
te deja un
juguete.
Y al
despertar,
a la mañana
siguiente
descubrirás
tu regalo
maravillado
con tu
sonrisa inocente.
¿Cómo lo
habrá hecho?
Se llevó mi
diente
¿A dónde lo
lleva?
¿Cuántos
tiene?
No sé,
nadie la
entiende
así es la
magia
del ratón
Pérez.
© A. Manrique Cerrato.- 2013