y se ha
llevado tu diente.
No lo ha
visto nadie,
ni
entendemos,
como se mete,
mas es muy
listo
porque sabe
a donde tiene
que ir
para dejar su
presente.
En la noche
quieta,
En lo más
profundo
de una niñez
que no dura
para siempre.
Un ratoncito,
pequeño,
viene;
contempla tu
sueño,
te besa en la
frente
y, antes de
marcharse,
te deja un
juguete.
Y al
despertar,
a la mañana
siguiente
descubrirás
tu regalo
maravillado
con tu
sonrisa inocente.
¿Cómo lo
habrá hecho?
Se llevó mi
diente
¿A dónde lo
lleva?
¿Cuántos
tiene?
No sé,
nadie la
entiende
así es la
magia
del ratón
Pérez.
© A. Manrique Cerrato.- 2013
muy buen post sobre el ratón perez. Tras el examen seguimos visitando este rincón, buscando poesía y entretenimiento.
ResponderEliminarUn saludo.
Jorge Mora
De lo cual, me alegro sinceramente...Por cierto, los exámenes, bastante bien en general; mañana os cuento.
EliminarUn saludo
¡Qué bonito lo haces! pero tus niñas son ya más altas que tú, (o casi), pero siguen igual de guapas. Todo un padrazo, por cierto ¿cuánto les ha dejado el ratoncito perez? Jajaja sé que allí es generoso. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarBonita poesía ratonil, ejecutada con elegancia. El Sr. Pérez se merecía este homenaje tras haber sido protagonista de nuestras vidas y habiendonos hechos tantos regalos a cambio de nuestros dientes.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Armando. Un gran abrazo (extensible a esas dos preciosidades).
ResponderEliminarPor estos muros solía cruzar, hacia mucho que no venia, y se ha colado en tu blog....como siempre en delicada poesía. ;-) Un abrazo familia
ResponderEliminar