“Mira esta foto de aquí,
unas niñas sonriendo,
con el mar azul al fondo
y la brisa en sus cabellos
¡Qué siempre fueran así!
sería un vano deseo,
pues un día crecerán,
quizá se marcharán lejos,
serán ellas mismas, sí,
más distintas por completo
pues ya nunca más serán,
las niñas que un día fueron.”
Pues sí, Eva, ya lo ves,
de esta poesía me acuerdo,
porque casi estás ahí,
ha llegado ese momento,
hasta ahora has sido niña,
nuestro hogar siempre completo,
mas pronto habrás de marchar
buscando horizontes nuevos,
ahora termina la infancia,
sinceramente lo creo.
Te lo he dicho muchas veces
me alegra mucho tu éxito,
muy pocos llegan a ser
lo que quieren de pequeños
especialmente si hablamos
nada menos de ser ¡médico!
Se veía tu vocación
en tus fotos con fonendo,
el maletín de juguete,
las láminas, el esqueleto…
Siempre de sobresaliente
incluso antes del colegio,
los gomets bien ordenados,
primorosos los cuadernos,
y con Aúrea los esquemas,
pegados de más de un metro.
Ya te fuiste destacando
brillantemente en la ESO;
después el Bachillerato,
complicadísimo reto,
si te daría la nota,
ese fue tu gran desvelo,
y finalmente sobró,
de “dieces” casi haces pleno,
salvo el nueve de Gerardo,
corramos tupido velo.
En la EBAU, como esperábamos,
resultados estupendos,
entrabas en Medicina,
no había duda de ello
Zaragoza, Santander,
por si acaso, miraremos,
pero,al fin, lo conseguiste,
en la USAL; ¡estabas dentro!
¡Qué ilusión ir a comprar
el flamante Prometheus!
y recibir de regalo
ya de verdad, el fonendo.
La primera asignatura,
“Bases del Conocimiento”,
una de tantas materias
con que completar los créditos.
Con las batas en San Lucas,
de novatos ejerciendo,
amigos ya para siempre
y no solo compañeros.
En el Hospital las prácticas
y los rotatorios luego.
¿Recuerdas en los Montalvos,
que nos íbamos riendo
al escuchar por la radio,
bromas al ir conduciendo?
Con cada curso las notas
poco a poco iban subiendo
para arrasar al final,
“devoraste” por completo,
el TFG con matrícula,
colofón puso a tus méritos.
Espléndida graduación,
emocionante aún de lejos
y en seguida a preparar
el MIR con distintos métodos.
Tu carpeta de resúmenes,
los dibujos de los huesos,
la Casa del Estudiante,
Abraham Zacut o Libreros,
en el ardiente verano,
buscando un poco de fresco,
la biblio de Matacán
con ese sabor añejo;
Álvaro quería bañarse…
pero nunca había tiempo.
Una pequeña escapada
a Fátima y Fermentelos,
no paraban de rezar
en tan religioso pueblo;
para seguir adelante
al otoño y al invierno.
Con los tuppers preparados,
en el Tiki, frío extremo,
al confundirte de bus,
“taxi” para resolverlo,
los sábados simulacro,
solo el domingo, de asueto.
Pues sí, ya hiciste el
hoy es el veinte de enero
ayer fue tu “último estudio”,
tras muchos años de ello.
Ahora tienes el post MIR,
merecido esparcimiento,
a Canarias, Nueva York,
luego a Irlanda, ¡y un crucero!;
pues sí, hay que compensar
tantas horas bajo el flexo.
Nos sentimos orgullosos
de tu admirable trayecto
para llegar a esta meta,
de tu tesón y tu empeño.
Elegirás lo que quieras,
se cumplirán tus deseos,
saldrás por la puerta grande,
con total merecimiento.
Y cuando dentro de poco
ejerciendo estés de médico,
la profesión más bonita,
que existe en el mundo entero,
cuando vivas por tu cuenta
y, quizá, te vayas lejos,
toda una profesional
valorada con respeto,
piensa que para nosotros,
como los Reyes dijeron,
siempre serás esa niña
en la foto sonriendo
con el mar azul al fondo
y la brisa en tus cabellos.
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