De tantos juegos
de tantas emociones,
de tantos sueños,
de tantos dulces veranos,
que ya se fueron...
De tantos cielos azules,
de tantos besos
de tantos baños,
tantos amigos,
tantas tertulias,
tantos recuerdos.
De tantas tardes
en los columpios,
de tantas risas
con el marciano
forzudo
o el cosquillero.
De tantas meriendas,
tantas partidas,
tantos juguetes,
tantos cangrejos.
De tantas bicis,
de tantos libros,
tantas canciones,
de tantos versos.
De tantas noches de luna,
reunidos
a pasar miedo,
de tantas historias
tantas leyendas,
tantos misterios...
De tantos ratos,
maravillosos,
sencillos, tiernos...
Tú, caballito,
de sal y hierro,
siempre añorado,
siempre querido,
de tantas cosas...
¡Inolvidables!
fuiste testigo.
© A. Manrique Cerrato.- 2015
Escultura de Víctor Candela, Puerto de Pollensa, Mallorca |
Pues hoy, ya 30 de septiembre, quería echar un penúltimo vistazo al cálido y maravilloso verano que apenas nos ha dejado, con este sencillo poema dedicado a un "personaje" muy querido para nosotros.
Qué suerte tenerte como amigo y ver, a través de tus ojos -cámara incluida-, esos maravillosos veranos que nos trasmites... los he sentido como míos. Me encanta la poesía, lo de las fotos, sabes que son mi debilidad. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo Paco, por compartir estas emociones que también habrás vivido con tus hijos en esas riberas del Mar Menor tan queridas y añoradas. Un abrazo, mucha suerte y ánimo con ese libro que esperamos.
EliminarArmando, I love the poem and I adore sea horses... these are some really great shots of fabulous weather xox
ResponderEliminarThanks, dear Launna; yes, the sea horse as a symbol of the summers that went away... Kisses
EliminarNo había un caballito de sal y hierro como testigo de todo aquello, , pero había un lago "de Ampàrín" nuestro, y un Boñar pueblo, y nuestro camping de tanto tiempo y un río Porma y un pico Cueto. O era Celorio con playa y rocas, rulot y viento. O era Garaño con río Luna, pradera y juegos, noches enteras en la tormenta y en el silencio, Y era Pajares o San Isidro con Requejines y Cebolledo y el Pico Agujas y aquel Toneo......, y tantos viajes de aventureros, inolvidables y siempre nuestros.
ResponderEliminarComo ves, hijo, me ha salido un poema, con rima asonante y con cierta métrica. Un cierto plagio, pero yo creo que en este caso el autor me lo perdona. Abrazos, Papá.