viernes, 9 de febrero de 2018

ROMANCE DE LA OLA DE FRÍO



 Escuchen espectadores,
dejen lo que estén haciendo,
una importante exclusiva,
para ustedes les traemos;
imágenes impactantes
para abrir el noticiero;
fuentes de toda solvencia
han confirmado los hechos
y un exhaustivo despliegue
hemos montado al respecto
para llevar a sus casas
en riguroso directo
importantes novedades
que ahora están aconteciendo
ni siquiera imaginables,
en los actuales tiempos:

¡EN EL INVIERNO HACE FRÍO!
he aquí el descubrimiento,
pasamos a relatarles,
tan excepcional evento.


Este crudo temporal
que así llaman ahora a esto
(ahora hasta le ponen nombre,
lo que queda muy moderno)
deja estampas que nos causan
un hondo estremecimiento.


Estamos tras la noticia,
es periodismo del bueno,
vayamos a pie de calle 
en riguroso directo
o mejor dicho hasta el monte
que impresiona mucho esto,
a la zona más inhóspita,
rodeado por el hielo
y en una fuerte ventisca
que azota su frágil cuerpo
valiente se ha desplazado,
un osado reportero.



Encontramos a un señor,
muy aguerrido e intrépido
que dice que la bufanda
nunca la olvida en su atuendo,
envuelto profusamente
en su grueso chubasquero. 


Una mujer asegura
con total convencimiento
que se está mejor en casa
al ladito del brasero
si es posible con los churros
y el chocolate dispuesto
(creo optará para el Pulitzer
tan valioso documento).


Los peatones resbalan
pues peligroso está el suelo,
unos niños se deslizan
en plásticos trineos
mientras otros hacen algo
que se asemeja a un muñeco
o se tiran blancas bolas
en un simpático duelo.

Sale después un termómetro
con los grados bajo cero,
y una fuente congelada
con su chorrito de hielo,
siempre muy decorativos,
los carámbanos dan juego.


En la autopista los coches
parados con gran cabreo
pues se ha cruzado un camión
ocasionando un bloqueo.
Y siempre aparece un
voluntarioso sujeto
colocando las cadenas
con muy esforzado empeño
ignorando que es misión
imposible por completo.



En Madrid está nevando
y en Navarra, ni  les cuento;
Albacete congelado,
Ávila, Cuenca, Toledo
está el "pelotón del pasmo"
en niveles muy extremos,
aunque parece que al sur,
en Canarias o el estrecho
no va ser tan riguroso
el fenómeno atmosférico. 

Tan extraña situación,
que jamás vivido hemos,
requiere todo el rigor
y la atención de los medios,
aunque ahora ya no se lleva
el antiguo "hombre del tiempo",
queda más moderno y "cool",
el hablar de la "meteo".

La calefacción por suerte
funciona a tiempo completo,
se disparan a diario, 
nuestros consumos eléctricos
y eso que nadie desea
ni centrales ni deshechos,
mas quiero estar calentito,
que también tengo derecho.

Después el presentador,
ofrece sabios consejos
con aire profesional,
riguroso, duro, serio;
no salgamos a la calle,
si no es necesario ello,
vayamos bien abrigados
calcetines de los buenos
y en el coche las cadenas
mantas, pala y el teléfono.
Menos mal que nos lo dicen
y se ocupan de lo nuestro,
si no salgo en bañador
y con chanclas de paseo.

Y es que desde que se habla
de lo del calentamiento,
más o menos como siempre,
el año va sucediendo.

En otoño caen las hojas
e incluso sopla hasta el viento,
después nos llegan los fríos,
los granizos y los hielos;
en los campos de Aragón
arrecia a menudo el Cierzo
y suele nevar con fuerza
en los blancos Pirineos.

Más siempre aparecerá
un orondo lugareño
que rotundo afirmará
no haber visto jamás eso,
en los años que ha vivido,
ese es sin duda el primero,
nunca ha habido tanta nieve 
en los pagos de su pueblo.

Llegará la primavera, 
¡florecerán los almendros!,
en las playas de Levante
se bañarán ya los cuerpos,
¡cómo si fuera verano!
en mayo, ¿Qué va a ser esto?,
enviados especiales
para cubrir el evento.
Y ¿en el verano? ¡CALOR!
No sé donde llegaremos...

Sé poco de periodismo,
ni mucho menos experto,
mas creo que la noticia
es que el hombre muerda al perro
y no el calor del verano
o que haga frío en invierno.

Pues perdonen mi incultura,
mi vulgar atrevimiento,
esta estación es así
desde que yo la recuerdo,
aunque en la televisión,
no tuviera tanto eco;
tal vez no éramos conscientes
del magno acontecimiento.

A estas las olas de frío
que tantas vivido hemos,
quizá al no ser meteórologos
lo llamábamos invierno,
y éramos tan inocentes,
tan ignorantes y necios
que incluso hasta disfrutábamos
del gélido desenfreno.

Pero sigamos contando
los excepcionales hechos
que hasta su casa llevamos
en riguroso directo:

¡EN EL INVIERNO HACE FRÍO!,
he aquí el descubrimiento.      
 © A. Manrique Cerrato.- 2017



  Pues aprovechando el "Romance de la Ola de Calor" que ya publiqué y que podéis leer nuevamente si queréis cilckando AQUÍ, estos ripios abordan en el mismo tono ligero e irónico el, desde mi punto de vista exagerado y repetitivo despliegue que se realiza en los medios de comunicación sobre algo que no deja de ser normal en esta época del año. 

¿Cómo lo veis vosotros?























 

¡Un saludo y que paséis un buen aunque frío fin de semana!





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