Camino las calles
entre sus miradas,
los adustos rostros
desvelan su alma;
rasgos juveniles,
surcos en las caras,
expresiones recias
profundas, calladas;
extraños peinados,
extraños peinados,
vieja extravagancia;
modas de otro tiempo,
que aquí se delatan.
Mogarraz se muestra
en toda su entraña
que un pueblo no es solo
iglesias, estatuas ,
no solo sus piedras,
callejuelas, plazas,
es también su gente,
simple, cotidiana,
la pequeña historia
escrita en sus casas
escrita en sus casas
Paseando sus calles
en esta mañana,
de ambiente otoñal,
transparente y plácida,
sentí una emoción
profunda y callada;
profunda y callada;
la vida que brota
desde sus fachadas.
Pues, para este primer fin de semana del convulso 2020, os propongo dar un paseo por uno de los pueblos más bonitos de España...
Como veis, al encanto de su naturaleza, arquitectura y tipismo se une el incomparable carácter que le dan los retratos de las personas que vivieron en sus casas, cuadros pintados por Don Florencio Maíllo en los años setenta.
Precioso, ¿verdad?
Espero que os haya gustado el paseo.
¡Buen fin de semana, amigos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario