Tras viejas encinas
y espigas doradas,
y espigas doradas,
se exhibe orgullosa
la villa de Alba,
ducal señorío
del Tormes, su dama
que ofrece magnífica
su soberbia estampa
caminó la Santa,
las calles estrechas,
Tras las gruesas piedras
de la colegiata,
los adustos muros
que habitó la Santa.
que habitó la Santa.
Y en la sobriedad
de su fría estancia,
Teresa que escribe;
que busca al Señor
el que enciende pura
la mística llama
que en su corazón
prende como lágrima,
transverberación
de fe y esperanza
que en versos eternos,
su fulgor proclama.
su fulgor proclama.
Discurre apacible
hacia Salamanca
hacia Salamanca
el Tormes que toma
algo de su alma
dejando prendida
en sus quietas aguas
la huella indeleble
que dejó la Santa.
© A. Manrique Cerrato.- 2015
Puesto que ayer estuvimos viendo el cuerpo de Santa Teresa en la Basílica de la Anunciación de Alba de Tormes, publico de nuevo esta poesía que aparece tambien en mi libro "Verseando por Salamanca..
la huella indeleble
que dejó la Santa.
© A. Manrique Cerrato.- 2015

Se trata de una oportunidad única puesto que solo se ha venerado a Santa Teresa de esta manera en 4 ocasiones a lo largo de la Historia. 1582, 1760, 1914 y ahora, más de cien años después , en el 2025.
Algunas fotografías de años anteriores en la Villa Ducal:
También Cervantes dedicó sus versos a la Santa |
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El Papa Juan Pablo II visitó Alba de Tormes en 1982 |
Ante el Torreón de Los Duques de Alba en 2002 ... y en 2015
Las vistas desde lo alto son espectaculares, como podeis comprobar.
Un original y piadoso grafiti |