inigualable villa de Pompeya,
donde el gran volcán estampó su huella
y perenne hizo la existencia humana.
Desde hace siglos me llega lejana,
la explosión gigante y la roja estrella;
escrita quedó la gran epopeya
que entre sus muros percibo cercana.
La vida quedó prendida en la lava,
el gestó más simple, tierno, habitual,
en un instante se petrificaba.
Un momento único y trascendental
que para la Historia escrito quedaba
y que así hacía a Pompeya inmortal.
© A. Manrique Cerrato.- 2013
Aunque normalmente siempre publico mis poesías primero en el blog y luego, algunas de ellas, llegan a plasmarse en un libro, este soneto dedicado a Pompeya es una excepción.
Ha habido que esperar unos años para pasar del papel a la pantalla...
Un abrazo y buena Semana Santa para todos
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