Esta pequeña población turística y marinera se encuentra dentro del término de Ílhavo y destaca por las cuidadas fachadas de sus casitas pintadas de franjas de vivos colores.
Si os fijáis en esta foto, podréis ver, en la parte superior de la casa de la derecha una inscripción en la piedra. Se trata de un poema, (en portugués, por supuesto), dedicado al sol que desde primera hora de la mañana baña todo el paseo que discurre a lo largo de la Ría y está orientado totalmente hacia el Este.
Aunque hasta ahora no había publicado en este blog ninguna obra que no hubiera compuesto yo mismo (con mayor o menor fortuna), de vez en cuando también recogeré poemas o fragmentos de otros autores. La poesía sobre la piedra, por su contenido y, especialmente, por el sitio en donde se encuentra, me parece interesante.
Estas casas tan peculiares constituyen la seña de identidad de este coqueto lugar.
Aunque parezcan un decorado, ¡en ellas vive gente!. Yo, al menos, vi salir de una de ellas a unas personas, a las que retraté discretamente...
Y esta es la vista de la Ría de Aveiro que se observa desde estas caprichosas casas (y desde el Hotel donde estuvimos, situado entre ellas).
Sin duda, un sitio muy especial, ¿verdad?.
Ahí están, en la parte izquierda |
Y esta es la vista de la Ría de Aveiro que se observa desde estas caprichosas casas (y desde el Hotel donde estuvimos, situado entre ellas).
Sin duda, un sitio muy especial, ¿verdad?.
bonitas fotos, "gosto muito de portugal"
ResponderEliminarsigue contandonos tus escapadas.
un abrazo.