en Kirguizistán.
Fue tras varios meses,
de estar lejos,
de estar lejos,
muy lejos
del hogar,
del hogar,
y fue para mí
más que una ilusión
porque allí empezaba
la primera etapa
de mi regresar.
Montañas gigantes,
espina dorsal
entre las llanuras
frías, desoladas
del Asia Central.
Vieja Samarcanda,
de rito ancestral,
Ruta de la Seda,
que evoca aventura,
vía legendaria
Bishkek es el nombre
de su capital
y en ella se aúnan
viejas tradiciones,
antiguas leyendas,
antiguas leyendas,
grandes escenarios
y modernidad.
Pueblos que despiertan,
ansias de futuro
y de libertad.
Por su magnetismo,
por ese momento
y por muchas cosas
que dejaba atrás.
Por eso, lo sé
y sé que es verdad,
nunca olvidaré
esa vez que estuve
en Kirguizistán.
© A. Manrique Cerrato.- 2011
Este viernes siguiendo con nuestro quinto aniversario, recupero una entrada que dediqué a Kirguizistán, extraño país que tuve oportunidad de conocer tras volver de Afganistán.
Columnas jónicas en Asia Central |
Curiosos puestos cerca de la Universidad |
Grandes almacenes y pequeño establecimiento
La Estatua de la libertad "bishkekiana" que, tras la independencia del país, sustituyó, felizmente, a la de Stalin, que presidía la colosal plaza.
El cambio de guardia puede observarse desde cerca, puesto que no hay muchos turistas por la zona.
Original forma de comer en este típico restaurante.
Modernidad y tradición |
¿Qué pasa por el mundo? |
También aquí podemos ver la "Casa Blanca", sede del Gobierno. |
Espero que os haya gustado el poema y resultado interesante este pequeño "bishtazo" a Bishkek"; yo, por mi parte he pasado un buen rato, seleccionando algunas fotos y recordando mi paso por allí.
Qué curioso país. Para los que venimos de la EGB supone una gran dificultad situarl en el mapa estas ex repúblicas de la URSS.
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