en Abú Simbel.
Nace un sol
brillante y orgulloso
tras las negras aguas
del Lago Nasser
iluminando los rostros,
las colosales efigies
de Ramsés.
Un rayo se filtra
en el templo solitario
a través de su dosel
y son miles los años
que contemplan el milagro
de magia
de magia
Una obra gigante
trasladada
trasladada
desde donde
por siglos
se mantuvo en pie
a pesar de la arena,
del ardiente desierto
y su correr.
Piedra a piedra elevado
muchos metros
su nivel.
Y desde la altura
las hieráticas figuras
tal vez
y se siente conmovido
el espíritu
ante tal exhibición
de arte
y saber.
Pequeño es el hombre
más enorme
su afán,
su voluntad de vencer.
¡Magnífico!
¡Inigualable!
Su ser.
unas horas
para ver
la Historia hecha piedra
hecha misterio,
hechizo
y poder.
Es un nuevo día
que nace
como desde siglos
lo hace
en Abú Simbel.
¡Buen fin de semana!
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