y quede todo en silencio.
Cuando al fin las emociones
víctimas sean del sueño
y titilen lucecitas
entre reflejos de hielo.
Tres copitas de champán,
los zapatos, ¡cómo nuevos!,
y una rendija entreabierta
La espera desesperada
por aquello de los nervios.
¿Traerán todo lo que pido?
¿Traerán todo lo que pido?
¿De verdad he sido bueno?
¿Podrán con tantos juguetes?
¿Me dejarán caramelos?
Va envolviendo ya la noche
los infantiles anhelos.
Entre las sábanas miles
tal vez viajan en el tiempo
reviviendo una vez más
ese emocionante vértigo
cuando aún había magos
que cumplían tus deseos.
Pero entrada está la noche.
Se oyen ruidos a lo lejos.
¡Qué quede todo en silencio!
© A. Manrique Cerrato.- 2011
Pues, como es tradición en este blog, aquí tenéis el poema que lo inauguró, el de la Noche de Reyes, al que por muchos motivos le tengo un cariño especial.
Ayer tuve el privilegio de recitar estos versos en el antiguo y precioso Teatro de La Alberca. Aunque es uno de los que suelo interpretar, resultó especialmente emocionante hacerlo por estar prácticamente en esta noche tan querida.
¡Qué la viváis con mucha ilusión!
Muy bonito. Y muy buena coincidencia lo de Irlanda con el aniversario
ResponderEliminarAbrazos
Papás