De tantos juegos
de tantas emociones,
de tantos sueños,
de tantos dulces veranos,
que ya se fueron...
De tantos cielos azules,
de tantos besos
de tantos baños,
tantos amigos,
tantas tertulias,
tantos recuerdos.
De tantas tardes
en los columpios,
de tantas risas
con el marciano
forzudo
o el cosquillero.
De tantas meriendas,
tantas partidas,
tantos juguetes,
tantos cangrejos.
De tantas bicis,
de tantos libros,
tantas canciones,
de tantos versos.
De tantas noches de luna,
reunidos
a pasar miedo,
de tantas historias
tantas leyendas,
tantos misterios...
De tantos ratos,
maravillosos,
sencillos, tiernos...
Tú, caballito,
de sal y hierro,
siempre añorado,
siempre querido,
de tantas cosas...
¡Inolvidables!
fuiste testigo.
© A. Manrique Cerrato.- 2015
Escultura de Víctor Candela, Puerto de Pollensa, Mallorca |
Un vistazo al cálido y maravilloso verano con este sencillo poema dedicado a un "personaje" muy querido para nosotros.
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