¡Salta Pablo!
salta entre los chorros
límpidos y alegres
de esta tarde
del verano.
¡Ríe Pablo!
porque este momento,
quedará para siempre
en tu retina guardado.
¡Siente Pablo!
siente la fascinación
del agua fresca cayendo
entre los altos picachos,
y de los vivos colores
del curioso parque acuático.
¡Grita Pablo!
grita con todas tus fuerzas,
contágianos tu entusiasmo;
el de estar de vacaciones,
sin deberes, sin horarios,
porque al lado está corriendo
alegremente tu hermano
y papá te ha hecho una foto
¡en la que sales volando!
¡Vibra Pablo!
que vibre todo tu cuerpo,
el corazón desatado,
por ser todavía un niño,
tener solo nueve años,
la vida toda adelante,
al alcance de tu mano,
porque no existen rincones
ni sombras en el pasado,
solo el futuro que espera
con el papel aún en blanco;
se rinde el mundo a tu risa,
a tu ilusión y a tu encanto.
¡Vuela Pablo!
igual que esa mariposa
que incluso siendo de plástico,
nos brinda la fantasía
de que os está mirando.
¡Vive, Pablo!
como siempre intensamente,
hasta acabar empapado,
de sueños, de libertad,
en un refrescante abrazo;
completa felicidad,
la de tus pies despegando
y gracias por evocar
en tan grandioso escenario,
los recuerdos infantiles
preciosos, puros,... lejanos,
de cuando fuimos pequeños
sin deberes, sin horarios,
por revivir emociones
que en el corazón llevamos,
entre las altas montañas
de una tarde del verano.
¡Muchas felicidades, hermano!