Una tarde de viaje,
solo,
por la carretera.
Álamos,
encinas,
cerros
y riberas.
Páramos,
vides,
ríos,
toros de metal
y surcos escritos
en la tierra.
Kilómetros que pasan
entre los campos de trigo
y la música que suena.
Cae la lluvia,
mansa,
lenta.
lenta.
En el parabrisas,
sus gotas
se reflejan,
mientras las grises montañas
del horizonte
se acercan.
Y, ¡de pronto!,
un arco iris
un arco iris
magnífico,
surge
surge
como un regalo inesperado
de la naturaleza.
Voy a parar un momento
antes de que su luz
multicolor
multicolor
desaparezca.
Sólo un momento;
para seguir después
en la carretera...
© A. Manrique Cerrato.- 2011
© A. Manrique Cerrato.- 2011
Ese Arco Iris que alguna vez veo yo también en "mis" carreteras , que me dan esos colores de la vida, rojo, anaranjado... como aprendí a recitarlos en el colegio cuando era niño y que sigo contemplando ahora cuando lo veo, como un niño, y sigo asombrándome.
ResponderEliminar¿Que magia será esa de esos colores...?.
Y para un poeta cualquier momento es bueno. Un regalo así, un bolígrafo... y un bello poema para compartir.
ResponderEliminarUn beso,
Sole.
muy bonita, para todos los que hemos hecho tantos kilómetros solos por la carretera.
ResponderEliminarPor cierto, me gusta mucho el nombre de "pentagrama".