Esta es una de las leyendas que cuento en Pollensa.
Hace poco la recité, precisamente en la noche de San Juan, a la luz de las antorchas clavadas en la Playola.
Y, por supuesto, dedico esta entrada especialmente a toda mi gran pandilla de pequeños y jóvenes seguidores ( más o menos valientes) con los que he compartido preciosas noches de misterio, enigmas, miedo, aventuras y leyendas.
Así que, Juan Manuel, Inés, Sandra, Irene, Pablo, Miki, Miguel, Claudia, Diana, Sara, Lucas, Lidia, Álvaro, Marcos, Paula, Carlos, Carla, Mara, Raquel, Lara, Juan, Loreto, Eva y Clara...
¡Va por vosotros!
¡Va por vosotros!
EL BARCO FANTASMA
En la noche de San Juan,
muchos años ha de eso,
un viejo barco arribó
buscando abrigo y consuelo;
huyendo de las tormentas,
de sus rayos, de sus truenos,
de un espíritu maligno
alojado en su aposento;
mientras brillaban hogueras
y ardían rojos los fuegos
desde el ya cercano puerto.
nadie les prestó su aliento
aunque se oían los gritos
romper el hondo silencio;
y todos los tripulantes
fueron los que perecieron
envueltos por terror,
devorados por el miedo
jurando venganza eterna
a quienes les desoyeron.
amenazante, siniestro,
a un paso de la Playola
altivo, mudo y horrendo.
anclado cerca del puerto,
del crujir de sus maderas,
de sus nocturnos lamentos.
No te atrevas a subir,
no molestes a los muertos.
Jamás olvides que un día...
¡Tú serás uno de ellos!
© A. Manrique Cerrato.- 2011
Si queréis que publique más leyendas, por favor, hacedme llegar vuestras preferencias por medio de los comentarios.
¡Un monstruoso saludo, amigos!
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