jueves, 28 de julio de 2011

EL BARCO FANTASMA




    Esta es una de las leyendas que cuento en Pollensa.

    Hace poco la recité, precisamente en la noche de San Juan, a la luz de las antorchas clavadas en la Playola.

    
     Porque, efectivamente, debe leerse por la noche, con aire misterioso y siniestro...


     Aunque el tema que trata es un poco macabro, la verdad, he querido con esta poesía rendir homenaje a los clásicos del género, como Bécquer, Espronceda y tantos autores románticos que  han tratado temas similares en sus grandes obras.


     Y, por supuesto, dedico esta entrada especialmente a toda mi gran pandilla de pequeños y jóvenes seguidores ( más o menos valientes) con los que he compartido preciosas noches de misterio, enigmas, miedo, aventuras y leyendas.

Fantasmagóricas figuras a la luz del fuego...
    Así que, Juan Manuel, Inés, Sandra, Irene, Pablo, Miki, Miguel, Claudia, Diana, Sara, Lucas, Lidia, Álvaro, Marcos, Paula, Carlos, Carla, Mara, Raquel, Lara, Juan, Loreto, Eva y Clara... 

              ¡Va por vosotros!  

    
                                      EL BARCO FANTASMA

En la noche de San Juan,
muchos años ha de eso,
un viejo barco arribó
buscando abrigo y consuelo;
huyendo de las tormentas,
de sus rayos, de sus truenos,
de un espíritu maligno
alojado en su aposento;


mientras brillaban hogueras
y ardían rojos los fuegos
que iluminaban la noche
desde el ya cercano puerto.

Mas nadie ofreció su ayuda,
nadie les prestó su aliento
aunque se oían los gritos
romper el hondo silencio;


y todos los tripulantes
fueron los que  perecieron
envueltos por terror,
devorados por el miedo
jurando venganza eterna
a quienes les desoyeron.


Allí sigue hoy aquel barco
amenazante, siniestro,
a un paso de la Playola
altivo, mudo y horrendo.


¡Huye del barco fantasma!
anclado cerca del puerto,
del crujir de sus maderas,
de sus nocturnos lamentos.


No te atrevas a subir,
no molestes a los muertos.
Jamás olvides que un día...
¡Tú serás uno de ellos!
     © A. Manrique Cerrato.- 2011
               

     Si queréis que publique más leyendas, por favor, hacedme llegar vuestras preferencias por medio de los comentarios.
     ¡Un monstruoso saludo, amigos!





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