su ilustre presencia,
verde nos regala
con el azul puro
que en ella se hermana,
Cantábrico mar
que sus costas baña.
Esta es sí la tierra,
única Cantabria,
la de antiguos héroes
de gestas cantadas,
de acero, de raza,
de valles agrestes
entre las montañas.
Costas imposibles,
rocas recortadas,
en acantilados
que en olas estallan;
espumas que llegan
a tranquilas calas
de color turquesa
Desde los ancestros
piedras legendarias;
pinturas rupestres
en cuevas halladas
que desde Altamira
milenios nos hablan.
Los Picos de Europa
soberbios se alzan,
en los verdes prados
sestean las vacas,
sestean las vacas,
y muere la tarde
allá en la Montaña.
de nieve a ensenada,
mágica Comillas,
noble Santillana,
en Laredo y Castro
sus arenas blancas
y Torrelavega
moderna y urbana.
Santander, la joya
en mar engarzada
recoleta y plácida.
En el Sardinero,
radiante su playa
mientras en Pereda,
paseo y terrazas.
Esta es, sí, una tierra
que emociona el alma,
mágica, infinita,
Muy buena poesía sobre Cantabria, seguro que si la lee algún cántabro se emociona mucho porque creo que representa muy fielmente aquella tierra.
ResponderEliminarUn abrazo
-Salamanca es mi casa y Santander mi segunda patria. -Allí viajaba desde niña en mis vacaciones veraniegas y hasta la muerte de mi madre siempre anhelaba la llegada del tiempo estival.
ResponderEliminarNo he vuelto a ir. ¡-Son tantos los recuerdos, que no puedo aún con la pérdida!. Hasta ver imágenes me emociona. Y es eso lo que he sentido al ver las fotos y leer la poesía. Siento tan de cerca ese olor...
Gracias por acercármela.
Belén
totalmente de acuerdo con tu gran poesía, Cantabria enamora el alma, como no asombrarse con esos parajes tan especiales y únicos.
ResponderEliminarGracias una vez mas Armando por regalarnos tanta magia en tus poemas y fotografías, un saludo, Chus
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