El mes de julio solemos pasarlo en los últimos años en "La Finquina", un verde y tranquilo espacio ubicado en un lugar privilegiado en la montaña de León, concretamente en la Urbanización "Montesol" en Santa María del Condado.
Como pequeño resumen de lo que hacemos durante este periodo estival, escribí, este poema que trata de describir con palabras como son nuestros días por allí y los sentimientos y emociones que vivimos en su recinto y en las praderas, bosques y montes que lo rodean.
Así que, con todo el cariño y agradecimiento para mi familia a quien dedico estas líneas, os dejo esta poesía sobre el VERANO EN
es largo, cálido, fresco;
está lleno de alegría
diversión, risas y juegos,
de bicicletas, balones
pinturas, libros, cuadernos,
de modernos aparatos
y de cachivaches viejos.
Está lleno de cariño,
de inolvidables momentos
emocionantes, hermosos
Ya desde por la mañana
el desayuno ¡ Perfecto!
Que parece un buffet libre
es sin duda algo muy cierto
destacando entre el surtido
destacando entre el surtido
ese zumo recién hecho
el que prepara Rufino
Y es que es la gastronomía
de cinco estrellas al menos.
Guisos, paellas, asados,
carnes, pescados, rellenos,
exquisiteces variadas,
cenas, comidas, almuerzos.,
Rosita, Casa Rural,
insuperable atención,
satisfacción cien por ciento,
lujo en la verde montaña
y además ¡A muy buen precio!
Nos gusta corretear,
sacar cosas del trastero
y después dejarlo todo
entre la hierba revuelto.
A la casita de plástico
subir al tejado quiero
y completar el gran reto.
El treinta y uno de julio
es el cumple del abuelo,
nos invita al Remellán
y allí las truchas comemos.
La tómbola de regalos
nos encanta, desde luego,
chismes ,pulseras, pendientes,
juguetes varios, muñecos
nos merecemos un premio.
Recogemos las cerezas,
ayudamos con el huerto
y además de vez en cuando
nos subimos al abeto;
para no ir por frambuesas
por aquí ya las tenemos
y salimos a la puerta
para ver al panadero
allí donde nuestras manos
grabamos un día en el suelo.
Jugamos a marabunta,
al I Pad y a la Nintendo;
que es lo que le gusta al yerno
mientras suben en el Tour
muy considerables puertos.
Ahora tenemos pin pom
no falta nada aquí dentro,
también un deslizador
que es un refrescante invento
para mojarse un poquito
en los días veraniegos.
Algún día patinamos
en la pista de recreo;
también jugamos al tenis
y echamos buenos torneos
Nos vamos a la piscina
cuando el calor da de lleno
y allí nos gusta bañarnos
y bajar en trineo.
Montarnos en los columpios,
Super, Turbo, Mega y ¡Vuelo!
“Hay marciano cosquillero”
Un paseo en carretilla,
con el ticket, por supuesto.
Autobuses “La Finquina”
¡Qué interesante trayecto!
Viajar en el coche cama
preparado a tal efecto,
agarraos en las curvas
no acabe en tragedia esto.
salir a dar un paseo
bajo la luz de la luna
y el láser cruzando el cielo.
Lo verde le gusta a Julia
y tras su luz va corriendo
mientras César lo contempla
con indudable recelo.
Y ya después en la casa
nuestro lindo apartamento
montarse la “juerga padre”
saltando muy alto, riendo
con las almohadas en ristre
atacando con denuedo.
Super primos, por favor,
a ver si os estáis quietos,
Eva te toca leer
una vez más ese cuento
que Clara quiere dormir
aunque armar más quiera Diego.
Camas corridas, infancia
que siempre recordaremos
cuando tal vez se haya ido,
cuando vayamos creciendo.
Y es que el verano en la finca
está lleno de cariño
de inolvidables momentos
tantos los aquí vividos
sencillos, puros, intensos
emocionantes, hermosos
conmovedores y tiernos.
Veranos en la finquina
los que nunca olvidaremos,
de los que dejan su marca
en el corazón a fuego,
únicos, extraordinarios,
inigualables, ¡Espléndidos!
© A. Manrique Cerrato.- 2012
© A. Manrique Cerrato.- 2012
Precioso y emocionante, no te dejas un detalle!
ResponderEliminarMagnifico poema, y precioso lugar. Siempre es bello buscar un sitio al que pertenecer, y este sin duda es un lugar que agita el corazón. Un abrazo enorme amigo
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