¡Descubridores!
Navegantes que sueñan
el horizonte.
© A. Manrique Cerrato.- 2015
Este magnífico monumento, símbolo de Lisboa, está dedicado a la memoria de tantos marinos portugueses que surcaron las aguas de todo el mundo...
Aquí, el Río Tajo se confunde ya con el Océano Atlántico.
El monumento, que asemeja la proa de un navío, fue construido en 1960 para conmemorar el quinto centenario de la muerte de Enrique el Navegante que con una carabela en sus manos abre el cortejo de personajes ilustres.
Entre otros que podemos encontrar en babor y estribor, destacan el Rey Alfonso V, Vasco de Gama, Fernando de Magallanes o San Francisco Javier.
Destaca también el escritor Luis de Camoés que lleva un pergamino con un fragmento de su obra "Las Luisiadas" que os transcribo a continuación.
Mas entanto que cegos e sedentos
andais de vossa sangue e gente insana
nao faltara cristaos o atrevimentos
nesta pequena casa lusitana.
De Africa tem maritimos asentos
E na Asia mais que todas soberana
na quarta parte nova os campos ara
E se mais mundo houvera, la chegara.
Para que os hagáis una idea de las dimensiones de las esculturas, aquí tenéis una foto en la que se me puede ver a mí, apoyado en ¡un tobillo! de una de las colosales figuras. Esta imagen fue tomada hace algunos años, cuando se podía pasar entre estas gigantescas estatuas, lo cual no es posible actualmente.
A los pies del monumento se encuentra un enorme mapamundi, enmarcado en la Rosa de los Vientos, en el que se recogen algunas de las más importantes singladuras de los marinos portugueses que, junto a los españoles, fueron los protagonistas de una época de descubrimientos y aventuras que forman parte de una gloriosa Historia común.
No hay comentarios:
Publicar un comentario