Ya que hoy es el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, quiero compartir con vosotros este haiku que se me ocurrió tras visitar la casa de Anna Frank en Ámsterdam.
Leí su diario hace tiempo y, la verdad, es muy emocionante entrar en "la casa de atrás", visitar su pequeña habitación (que compartía con Fritz Pfeffer) , la de sus padres, el desván...
Especialmente sobrecogedor es ver la estantería que ocultaba el paso hacia su escondite...
Sirva pues de humilde homenaje a todos los que sufrieron esta terrible barbarie representados por esta pequeña en años, pero grande en corazón y sensibilidad.
Y es que hubo millones como ella, pero solo Anna Frank tuvo el talento, la fuerza, el ánimo y la serenidad para contarnos su historia. Por ello hoy podemos conocer un poco mejor como fue aquella atroz masacre sufrida por el pueblo judío. Y es que la literatura puede tener un inmenso poder...
En su recuerdo,
la inocencia, la infancia,
la luz, los sueños...
© A. Manrique Cerrato.- 2017
¡Un abrazo, amigos!
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