viernes, 6 de agosto de 2021

EL (POCO) VALOR DE LA POESÍA TRADICIONAL EN NUESTROS DÍAS


¡Buenos días a todos!

Comparto hoy con vosotros, amigos y seguidores del blog, el artículo que he publicado en la Revista Cultural "Hasta el Tuétano", prestigiosa publicación exclusivamente en papel (algo ya casi insólito) y que trata un tema que ya he esbozado en algunas ocasiones...

              

EL (POCO) VALOR DE LA POESÍA TRADICIONAL EN NUESTROS DÍAS

En esta primera colaboración con la revista “Hasta el Tuétano” a la que agradezco sinceramente haberme ofrecido un hueco entre tan prestigiosas firmas, quiero aprovechar la ocasión para reivindicar lo que podría denominarse como Poesía clásica o tradicional.

Y es que leyendo las composiciones que actualmente se presentan como poemas y las que se premian en los concursos, compruebo con tristeza y estupor como son obras que, bajo mi punto de vista no deberían englobarse dentro de la denominación de “poesía”.

 Parto de la base que académica y científicamente estoy equivocado ya que, en la primera acepción de su Diccionario, la Real Academia de la Lengua dice que poesía es la "manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa". Es decir que cualquier escrito que busque la belleza incluido microrrelato, relato, cuento, novela, obra de teatro, artículo, ensayo, etc. es Poesía. Consecuentemente la RAE afirma que las redacciones que se dividen en renglones de manera sintáctica y morfológicamente incorrecta, serán poesía, siempre que busquen la belleza. Ya digo que asumo desde el primer momento que académica, filológica y científicamente, tengo el debate perdido. Pido disculpas anticipadamente por alejarme de la ortodoxia; todo lo que expondré a continuación es mi visión particular del asunto, que está muy alejada de la convencional en esta materia.











Bajo mi punto de vista, la Poesía (escrita con mayúscula como género literario), para ser tal en español desde sus inicios, tenía rima. Esta es la auténtica, la de nuestros clásicos, la que nos enseñaban y creo que, curiosamente, aún enseñan en el colegio, la que gusta y atrae al gran público.

Sin embargo, creo que es un hecho indubitado que hoy se margina y arrincona a la poesía con rima, como algo viejo, superado y hasta vergonzante. Las bases de los concursos de poesía admiten la rima , sí, pero muy raramente premian las obras que la respetan. Y es que la élite erudita, con una gran superioridad intelectual (y yo diría que hasta moral) abomina ante la mera posibilidad de que aún haya espacio para la poesía rimada en nuestros días. Eso está bien para la antigua, pero no tiene cabida en nuestra moderna literatura.

 Porque lo que ahora se premia y se valora son escritos en prosa en que los renglones se dividen en los sitios más incorrectos desde el punto de vista sintáctico, ortográfico y gramatical para formar los supuestos versos.












Además, casi siempre se utilizan cadencias extrañas y que generalmente, no se entienden porque además de no sujetarse a las reglas de las sintaxis (lo cual, obviamente, dificulta su entendimiento) se utiliza, en la mayoría de los casos, un lenguaje oscuro, abstracto, sombrío y absurdo.

 Como la mayoría de las personas, fuera de un pequeño círculo endogámico, encuentro poco atractivo en esta sui generis “poesía” actual.

Con profundo respeto a todos los que tienen talento para la creación literaria, creo que se deberían organizar concursos de lo que se denomina “prosa poética” (yo quitaría lo de poética porque no veo ninguna diferencia con la prosa a secas que también utiliza, si es buena, figuras retóricas) dejando los certámenes de Poesía para la de verdad, la que tiene rima y respeta las reglas de la métrica.

La estructura artificiosa de los versos, desde tiempo inmemorial en español solo la justifica la rima. Si no, lo correcto es escribir siguiendo las reglas ortográficas y gramaticales de nuestro idioma. Prueben a poner esos escritos en lo que se ha venido en llamar "verso libre" obviando esas cesuras artificiosas. Tendrán una composición mucho más coherente y comprensible que desde luego, se ajustará mucho mejor a las reglas de nuestra lengua.

Por eso la Poesía clásica tiene rima. Es a partir del siglo pasado cuando se empieza a utilizar esta estructura artificial de los versos para composiciones sin rima, que realmente deberían escribirse todo seguido.


Creo que nadie discutirá que es mucho más difícil escribir rimando, hay que trabajar intensamente y tener un importante bagaje para dar con la palabra adecuada. Es mucho más cómodo y sencillo escribir estos supuestos poemas que no son tales, sino párrafos ininteligibles en los que se separan las líneas donde menos te lo esperas para crear los supuestos versos.

¡Ah!, si nuestros poetas clásicos (a pesar de que en su ignorancia y vulgaridad, siempre escribían con rima), los que realmente gustaban y siguen gustando a la gente normal levantaran la cabeza…

                       

 Si la "poesía" sigue este camino, creo que cada vez estará más alejada del público que en su grandísima mayoría rechaza contundentemente estas redacciones modernas. Porque, deberíamos preguntarnos seriamente, ¿cuánta gente compra libros de este género de creadores contemporáneos?, ¿cuántas personas van a los actos, recitales o presentaciones, excluyendo a los organizadores, premiados y familiares?

 Pero, bueno, si nos ponemos de acuerdo los creadores de esta artificiosa “prosa poética” y nos repartimos premios y menciones, ¿qué más da que la gente ignorante de nuestro talento, no entienda nada? Y, además, que es mucho más fácil esto que andar buscando rimas, ¡qué pereza!, eso queda para los niños, los viejos y los que no están al tanto del arte actual. Es como comparar un Velázquez con un Tapies, dónde va a parar

Por supuesto tener rima no equivale a ser bueno; hay muchos poemas con rima que me parecen malos o muy malos, pero al menos su autor ha empleado su tiempo eligiendo las palabras o contando las sílabas.

 

Creo que los que componen escritos en prosa y los dividen como ellos quieren sin sujetarse a las reglas ortográficas, pueden ser magníficos, realizar obras literarias excepcionales y superar largamente a muchos poemas con rima. Pero, en mi modesta opinión, no se les puede considerar poetas. Creo más adecuado denominarlos escritores, aunque ellos prefieran el término "poeta", tal vez porque les resulta más atractivo. ¿Es que escritor es peyorativo?

 Aunque sin duda estoy equivocado porque, como ya he indicado, según la RAE sí son poetas, al igual que los que narradores, novelistas, ensayistas, dramaturgos, etc. que buscan la belleza en sus creaciones literarias

 En fin, ya digo que esta es la postura de un simple aficionado, aunque creo que coincide con la de la generalidad de las personas que no pertenecen al reducido círculo de escritores actuales.

 

Para ilustrar el tema, creo que hay que reivindicar, por ejemplo, una figura tan clásica en nuestra lírica como la del romance, versos octosílabos con rima asonante en los pares. Un fórmula sencilla y exitosa en nuestra lengua desde los primeros trovadores y juglares de la Edad Media hasta por ejemplo Federico García Lorca.

 Como aficionado a la Historia, me he tomado la libertad de escribir muchos romances de hechos o hazañas que me han llamado la atención por distintos motivos. Así, emulando a los antiguos trovadores, escribí este “Romance de Guzmán el Bueno” que reproduzco a continuación.     

En la ciudad de Tarifa
en el sur de las Españas
mediados del siglo trece
se libra grande batalla.

Cercada ha sido la villa
por la hueste mahometana;
Don Alonso de Guzmán
la defensa acaudillaba,
caballero leonés,
caudillo de gloria y fama
el incansable guerrero
de valor, fuerza y de raza.

Tras muchos días de lucha
que aquel héroe acaudillaba
un  día triste y aciago
miró desde la atalaya
llegar una comitiva

a los pies de la muralla.

"Prendido está vuestro hijo,
rendid ya mismo la plaza

puesto que si no lo hacéis
su vida será quebrada
y ante vuestros mismos ojos
su sangre la derramada
y vuestra gloriosa estrirpe
veréis aquí terminada."

"Escuchad bien, enemigos,
que yo os arrojó la daga
con la que habéis de cumplir
tan execrable bravata
y en este mismo momento
aunque se quiebra mi alma
y aunque roto en mil pedazos
el corazón se desangra,
también os digo que nunca
la villa será entregada."

"Y a ti, mi hijo tan querido,
mi futuro y esperanza,

sabes de mi sentimiento
de mi amor, de mi añoranza
mas también que soy un hombre
con honor y con palabra
y que jamás dejaré
a los que en mí confiaban
y a los que defenderé
con firmeza y con agallas."

Ejecutose el castigo
y cumpliose la amenaza
valiente el joven sintió
la frialdad de la espada
y una flecha atravesó
de aquel padre las entrañas.

Mas Tarifa resistió,

sus gentes fueron salvadas
Don Alonso completó
tan incomparable hazaña.

Guzmán "El Bueno", quedó,
para siempre así se llama
tan ilustre caballero
caudillo de gloria y fama
que una página escribió
de la Historia legendaria

y al que en León podrás ver,
en el centro de su plaza,
inmortal en aquel gesto
con la trágica elegancia
de su soberbia silueta
arrojando aquella daga.


Otra de las formas poéticas que, aunque más tolerada por así decirlo, en los circuitos literarios actuales, aunque también minusvalorada por el corsé que imponen sus catorce endecasílabos con rima consonante, es el soneto.

 Me encanta esta composición por su equilibrio, ritmo, musicalidad y perfección. Por algo era la preferida por los grandes autores del Siglo de Oro (Lope de Vega, Cervantes, Quevedo, Garcilaso...)

 Desde luego no es sencillo buscar esas rimas, medir las palabras para ajustar el número de sílabas, tener en cuenta las sinalefas, las reglas de la acentuación, etc. 

 Como inesperada excepción a lo que he expuesto, hace ya nueve años fui distinguido como ganador “ex aequo” con otros escritores del II Día Internacional de la Poesía en Segovia 2012. Y es que para mí sorpresa el jurado tuvo a bien premiar este soneto, titulado “En el Huerto” que recrea la historia de Calisto y Melibea.

 


Una figura enigmática camina
bajo los estorninos el concierto
va a un encuentro romántico en el huerto
de forma audaz, furtiva, clandestina.

Le espera allí su amada, su heroína,
en la soledad del jardín desierto;
cita galante y portón abierto,
apaños de la vieja Celestina.

Un momento inmortal al que hoy asisto
sin que nadie parezca que prevea
que será un mito, único, imprevisto.

Aquí es; permitidme que la vea,
la pasión legendaria de Calisto
por la cándida y dulce Melibea.

  De manera paralela, en otro soneto me tome la libertad de recrear la historia de otros dos amantes inmortales. Si antes la escena se desarrollaba “En el huerto”, ahora es “En el Balcón”.                  

En la señorial ciudad de Verona,
podrás encontrar un balcón hermoso
de entre todos, él, quizá el más famoso
y ella, del amor, la villa anfitriona.

Late el corazón, vibra y  se emociona
al contemplarlo, calmo, silencioso,
dulce, romántico ¡Maravilloso!
volcán de pasión, que en él eclosiona.

Un beso de la dama, el gran trofeo
que escondido en la plaza recoleta
buscaba nuestro amante en el museo

que hoy preside con gracia su silueta.
Porque fue aquí, ¡Aquí!, donde Romeo
cautivó para siempre a su Julieta. 

                      

Agradeciendo su atención, les invito a visitar mi blog, blogliterarioyfotografico.blogspot.com.es, donde podrán encontrar muchos más poemas de este estilo. Si además quisieran dejar algún comentario, estaría encantado de responder. Al fin y al cabo es apasionante que la poesía despierte interés y genere debate en los tiempos que vivimos, ¿no les parece?    

                                                      Armando Manrique Cerrato



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