Hoy, Día de los Fieles Difuntos, quiero recordar a Jorge Manrique, uno de nuestros primeros y más insignes poetas.
Precisamente, el pasado sábado, en ruta hacia Valencia, tuve ocasión de visitar esta Cruz erigida en las proximidades del Castillo de Garcimuñoz (Cuenca) , donde este noble Capitán de Castilla y de las Hermandades de Toledo, al servicio de Isabel la Católica, cayó mortalmente herido en 1479 batallando contra las huestes del Marqués de Villena, Don Juan Pacheco.
Siendo estos días propicios para recordar a nuestros seres queridos fallecidos y a todos los que nos precedieron, quiero recoger algunas de mis coplas preferidas (que no he olvidado aún) de entre las célebres "Coplas a la Muerte de su Padre", obra cumbre e inigualada, en mi opinión, a través de los siglos, dentro de género elegíaco.
avive el seso y despierte
contemplando
como se pasa la vida,
como se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el placer,
como, después de acordado,
da dolor;
como, a nuestro parescer,
cualquier tiempo passado
fue mejor.
II.- Pues si vemos lo presente
como en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido,
por pasado.
No se engañe nadie, no
pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vio,
pues que todo ha de pasar
III .- Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.
V.- Este mundo es el camino
para el otro, que es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nascemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos,
descansamos.
Por cierto, os diré, que, según algunos parientes que han realizado estudios genealógicos, parece ser que que nuestra familia desciende de Don Rodrigo Manrique, Conde de Paredes de Nava (Palencia) y de su hijo, Don Jorge.
Ya veis, por tanto que esta afición a la poesía, además de a mi padre, se la debo a antepasados más lejanos ...
"...En el pedestal hay un hueco destinado a una arqueta en la que se encontraban las coplas..." |
Desde luego Armando, abrir tu blog es siempre abrir paso a la sabiduría. Es un enorme placer aprender cuando lo hago.
ResponderEliminar¡¡¡De casta le viene al galgo!!! No sólo el apellido sino también la ciencia y la sapiencia del que sabe transmitir algo.
Gracias. Belén
Me encantan tus entradas con fotos siempre tan bellas, seguro que tu tatarabuelo estara orgulloso de que su sangre poetica aun perdure en los vasos sanguineos de Don Armando Rubén Manrique ¡un abrazo amigo!
ResponderEliminarBuenos días, Armando. El reportaje de está página me parece muy interesante e ilustrativo. Hace algunas semanas estuve en Castillo de Garcimuñoz y próximamente volveré para realizar un reportaje fotográfico para mi blog de "Castillos y fortalezas de España". El blog lo suelo ilustrar con fotografías de los edificios y monumentos de la población en cuestión. En este caso me interesaría que si puedes me ubiques exactamente donde se encuentra el Monolito donde cayó herido mortalmente el poeta Jorge Manrique, pues no encuentro ninguna página a donde me pueda dirigir.
ResponderEliminarUn abrazo y darte las gracias de antemano. Saludos.