martes, 29 de noviembre de 2011

IRAK 29.11.03


   Pues sí, hoy se cumplen ocho años de la muerte de siete españoles que cumplían su misión en Bagdag, la capital de Irak. Entre ellos se encontraba, Luis Ignacio Zanón, Nacho, para los amigos.

     Yo lo conocí y, la verdad, es duro, recibir este tipo de noticias. José Antonio, su cuñado y gran amigo, me pidió hace unos días que escribiera algo en recuerdo de Nacho (que luchó hasta el final en defensa de un compañero herido) y de  Alberto Martínez, José Merino, José Carlos Rodríguez, José  Lucas, Alfonso Vega y Carlos Baro.

     Así que, Ana, José, este es mi modesto homenaje para vuestro hermano y para todos ellos.

IRAK 29.11.03

Han pasado ya los años,
ocho desde que se fueron,
alegres, jóvenes, fuertes,
valientes, aventureros,
hombres de honor que, leales,
para todo iban dispuestos
cumpliendo con su misión
con inigualable empeño
a aquella tierra de Irak,
tan indómita, tan lejos.

Las granadas y los tiros
sonaron en el desierto,
quebrándose su camino
llevando su último aliento;
un mal día de noviembre,
cruel destino traicionero
que en un instante fugaz
terminó, ¡Ay! con sus sueños.

José Carlos, José, Alfonso,
Lucas y Carlos y Alberto
y tú, Nacho,  nuestro hermano,
padre, hijo, compañero,
que caíste allá en la lucha
al amigo defendiendo.



Dejastéis un gran vacío,
el que nunca llenaremos,
que grande fue vuestra vida
y enorme fue vuestro gesto,
porque lo entregastéis todo
como dice el juramento,
el que un día pronunciasteis
y que acabastéis cumpliendo. 

Como tantas otras veces,
hoy he parado un momento,
para pensar en vosotros
y recordar vuestro mérito,
sentir la huella indeleble
que el corazón lleva dentro.

Os fuisteis ya hace ocho años,
en Irak, allá, tan lejos,
pero siempre estaréis cerca,
muy cerca en nuestro recuerdo,
pues a héroes como vosotros,
¡Jamás os olvidaremos!
                 
             © A. Manrique Cerrato.- 2011

3 comentarios:

  1. ¡Sin palabras Armando!. Pienso que para vosotros la pérdida de un compañero es como una pequeña amputación. Yo como española lamento y comparto ese dolor. Gracias a todos los que tenéis ideales que, en ocasiones, ponen en peligro vuestras vidas. Los que nos quedamos aquí acomodados en nuestros braseros, al igual que aquellos que reciben vuestra ayuda más directa, alabamos vuestro trabajo bien hecho. Belén

    ResponderEliminar
  2. Desconciertan estos tiempos. No es moderno honrar el valor ajeno, el decoro, el sentido del deber. Por eso, Armando, me place ver que hay quien lo hace sin complejos, sin arrogancias, con la humildad del que cumple. Tan sólo porque es de ley y de justicia. Aquellos hombres que murieron por España tienen quien los recuerde y los estime. Sirvieron, cumplieron, se comportaron con honor. "El carácter de un hombre es su destino", decía Heráclito. Siempre adelante.
    Magnífico, Armando.

    ResponderEliminar
  3. Fenomenal la entrada, cargada de sentimiento a más no poder. Y unas fotos de película. Desde luego en este blog se muestra un talento que debería ser conocido por el mundo.
    ¡Un saludo de uno de sus alumnos de la LXIII Promoción!

    ResponderEliminar